El lupus eritematoso sistémico (LES) es la forma más común de lupus, una enfermedad autoinmune crónica en la que el sistema inmunológico ataca por error los tejidos sanos del cuerpo. Afecta a 7 de cada 10 personas diagnosticadas con lupus, y cuando se habla de “lupus” en general, casi siempre se hace referencia al LES.
¿Qué causa el lupus eritematoso sistémico?
Actualmente, no se conoce una causa específica para el LES. Sin embargo, los científicos creen que el lupus es resultado de una combinación de factores:
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Genéticos: antecedentes familiares de lupus u otras enfermedades autoinmunes aumentan el riesgo.
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Hormonales: el lupus es más común en mujeres, especialmente en edad fértil, lo que sugiere un vínculo hormonal.
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Ambientales: ciertos desencadenantes como infecciones, exposición al sol o estrés pueden activar la enfermedad en personas predispuestas.
¿Quién está en riesgo de padecer LES?
Aunque cualquier persona puede desarrollar lupus, existen grupos con mayor predisposición:
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Mujeres entre 15 y 44 años.
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Personas afroamericanas, hispanas/latinas, indígenas, asiáticas y de las islas del Pacífico.
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Individuos con antecedentes familiares de enfermedades autoinmunes.
Principales síntomas del lupus eritematoso sistémico.
Los síntomas del LES pueden variar de persona a persona y fluctuar con el tiempo. Algunas personas tienen síntomas leves, mientras que otras experimentan brotes graves. Los síntomas más frecuentes incluyen:
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Erupciones cutáneas, especialmente en forma de mariposa sobre las mejillas y la nariz.
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Dolor e inflamación articular (artritis).
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Fatiga extrema, que no mejora con el descanso.
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Hinchazón en los pies o alrededor de los ojos.
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Fiebre baja persistente.
Nota: Dado que el lupus comparte síntomas con otras condiciones, su diagnóstico puede ser difícil y tardar varios años.
Tipos y variantes del LES.
El lupus puede manifestarse de diversas formas, y estas presentaciones clínicas ayudan a los médicos a adaptar el tratamiento:
Nefritis lúpica.
Inflamación de los riñones provocada por el lupus. Afecta hasta al 60 % de los pacientes y suele aparecer dentro de los primeros 5 años tras el diagnóstico.
Lupus neuropsiquiátrico (NPSLE).
Afecta el sistema nervioso central, provocando síntomas como dolores de cabeza, confusión, pérdida de memoria, convulsiones o incluso accidentes cerebrovasculares. Se estima que afecta al 20 % de los pacientes.
Lupus de inicio en la infancia (LESc).
Es menos común, pero suele ser más severo. Aparece antes de los 18 años y requiere un enfoque terapéutico especializado.
Lupus refractario.
Es aquel que no responde adecuadamente al tratamiento convencional y no entra en remisión. Puede derivar en complicaciones más graves si no se controla a tiempo.
Complicaciones del lupus eritematoso sistémico.
El LES puede provocar daños en órganos vitales y causar complicaciones graves si no se diagnostica y trata adecuadamente. Algunas de las complicaciones más comunes incluyen:
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Fiebre alta, convulsiones y cambios de comportamiento, debido a inflamación en los vasos del cerebro.
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Ataques cardíacos causados por arteriosclerosis o enfermedad coronaria.
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Erupciones y úlceras en la piel, especialmente en zonas expuestas al sol.
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Problemas renales severos, como insuficiencia renal en casos de nefritis lúpica no controlada.
Conclusión: diagnóstico temprano y seguimiento son clave.
El lupus eritematoso sistémico es una enfermedad compleja, pero con un diagnóstico oportuno, seguimiento médico constante y hábitos de vida saludables, muchas personas logran mantener los síntomas bajo control y llevar una vida plena.