Revisado el: 22/11/2025
Despertar sintiendo que no se ha descansado es una experiencia cada vez más común en nuestra sociedad. Según Marta Hernández, farmacéutica y nutricionista, esta sensación no es un simple cansancio pasajero, sino una señal de alarma que podría indicar la presencia de estrés crónico. En este artículo, exploramos las reflexiones de esta experta para entender cómo el estrés sostenido afecta a nuestro cuerpo a nivel celular y qué estrategias podemos adoptar para recuperar nuestra energía y bienestar.
Puntos Clave del Artículo
- Levantarse cansado de forma habitual es un indicador claro de que algo en nuestro estilo de vida no funciona correctamente y puede ser un síntoma de estrés crónico.
- El estrés prolongado genera un exceso de radicales libres, provocando un envejecimiento celular prematuro y una disminución de la producción de energía en las mitocondrias.
- Existe una conexión directa entre el estrés crónico y la inflamación de bajo grado, un estado que dificulta la capacidad natural del cuerpo para repararse.
- Los adaptógenos, como la ashwagandha, son extractos de plantas con evidencia científica que ayudan al organismo a gestionar la respuesta fisiológica al estrés, regulando hormonas como el cortisol.
- Los pilares fundamentales para combatir el estrés son el descanso de calidad, una nutrición adecuada, el ejercicio regular, la gestión emocional y unas relaciones sociales saludables.
¿Qué es el estrés crónico y por qué es un peligro para la salud?
El estrés es una reacción natural del cuerpo diseñada para ayudarnos a superar amenazas puntuales. El sistema nervioso libera hormonas como la adrenalina y el cortisol para preparar al cuerpo para una respuesta de "lucha o huida". Sin embargo, como señala Marta Hernández, el problema en la actualidad es que nuestro ritmo de vida, la mala alimentación y la falta de descanso mantienen este sistema de alerta activado de forma constante. Cuando esta situación se prolonga, el estrés agudo se convierte en crónico, pasando de ser un mecanismo de supervivencia a una amenaza para nuestra salud que puede derivar en problemas cardiovasculares, metabólicos y del sistema inmunitario.
Las principales señales de que su cuerpo está bajo estrés crónico.
La primera y más evidente señal es la fatiga persistente. "Levantarse cansado ya es un indicativo", afirma Hernández. Este agotamiento no se debe solo a un esfuerzo físico, sino a que las células de todo el cuerpo, incluidas las del cerebro, son incapaces de generar la energía necesaria para funcionar óptimamente. Otras señales comunes que nos envía el organismo incluyen:
- Fatiga mental: Dificultad para concentrarse, problemas de memoria y sensación de niebla mental.
- Astenia: Una sensación generalizada de debilidad y falta de vitalidad que no mejora con el descanso.
- Problemas de sueño: Dificultad para conciliar el sueño, despertares nocturnos o sueño no reparador.
- Cambios de humor: Irritabilidad, ansiedad o sensación de estar abrumado constantemente.
- Molestias físicas: Dolores de cabeza, tensión muscular y problemas digestivos recurrentes.
¿Cómo afecta el estrés a nuestras células?
A nivel microscópico, el estrés crónico causa estragos. Hernández explica que este estado de alerta continuo provoca una sobreproducción de radicales libres, moléculas inestables que dañan las células, las proteínas y el ADN en un proceso conocido como estrés oxidativo. Nuestras mitocondrias, las "centrales energéticas" de las células, deben trabajar a marchas forzadas para neutralizar este daño. Cuando el estrés se vuelve crónico, las mitocondrias se agotan, la producción de energía disminuye y la capacidad de reparación celular se ve superada. Esto no solo acelera el envejecimiento, sino que también favorece la creación de tejidos defectuosos, afectando la salud a largo plazo.
La estrecha relación entre el estrés crónico y la inflamación.
El estrés sostenido y la inflamación de bajo grado están íntimamente ligados. La inflamación aguda es una respuesta beneficiosa y necesaria del cuerpo para reparar una herida o combatir una infección. Sin embargo, el estilo de vida moderno —marcado por una dieta proinflamatoria, el sedentarismo y el estrés crónico— nos mantiene en un estado de inflamación leve pero constante. Esta "inflamación de bajo grado" impide que los mecanismos de reparación del cuerpo se activen correctamente, ya que el organismo está perpetuamente ocupado gestionando esta situación. A la larga, esta condición contribuye al desarrollo de numerosas enfermedades crónicas.
Adaptógenos: ¿qué son y cómo pueden ayudar?
La fitoterapia, la ciencia que estudia el uso de las plantas con fines terapéuticos, ofrece soluciones con una sólida base científica. Dentro de ella, destacan los adaptógenos, definidos por Hernández como "extractos de plantas que demuestran acción en la ayuda al organismo en la respuesta al estrés". Su función no es sedar, sino modular la respuesta del cuerpo, ayudándolo a "adaptarse" fisiológicamente para ser más resiliente. La ashwagandha es uno de los adaptógenos más estudiados. Su raíz ha demostrado ayudar a regular la producción de cortisol, la principal hormona del estrés. Al equilibrar sus niveles, se consigue una mejora notable en la energía, la calma mental y el rendimiento cognitivo.
Pilares básicos para gestionar el estrés de forma integral.
Marta Hernández insiste en que los suplementos son una ayuda, pero la base de todo es un estilo de vida saludable. Para controlar el estrés de manera efectiva, recomienda centrarse en los siguientes pilares:
- Descanso: Priorizar el sueño es fundamental. Durante la noche, el cuerpo se resetea, elimina toxinas y regenera tejidos. Sin un descanso de calidad, es imposible recuperarse del desgaste diario.
- Nutrición: Una dieta basada en alimentos reales, rica en ácidos grasos esenciales, vitaminas y minerales, es crucial para la correcta función celular. En momentos de mayor demanda energética, un complemento como OLife® GOLDEN DAY puede ser un valioso apoyo. Gracias a su combinación de ingredientes como las hojas de olivo (OLIVUM®), vitaminas y una mezcla de extractos vegetales, está formulado para aportar energía, apoyar el bienestar físico y mental, y ayudar al cuerpo en periodos de estrés.
- Ejercicio físico: El ser humano no está diseñado para el sedentarismo. El movimiento regular es una de las herramientas más eficaces para liberar tensiones y regular las hormonas del estrés.
- Gestión del estrés: Incorporar prácticas de relajación, meditación o simplemente dedicar tiempo a actividades que nos gusten es clave para regular la respuesta nerviosa.
- Relaciones personales: Cultivar vínculos sociales positivos y de apoyo ha demostrado tener un impacto profundo en nuestra salud y resiliencia.
Preguntas Frecuentes Adicionales
- ¿El estrés crónico es lo mismo que la ansiedad?
- No, aunque están relacionados. El estrés es la respuesta del cuerpo a una amenaza o demanda, mientras que la ansiedad es una reacción al estrés que persiste incluso sin un desencadenante evidente. El estrés crónico puede provocar trastornos de ansiedad, pero son condiciones distintas.
- ¿Cuánto tiempo se necesita para notar los efectos de los adaptógenos como la ashwagandha?
- Los efectos de los adaptógenos son graduales, ya que trabajan modulando la fisiología del cuerpo. Generalmente, se recomienda un uso constante durante varias semanas (de 4 a 12) para experimentar beneficios significativos en la energía, el sueño y la gestión del estrés.
- ¿Se puede eliminar el estrés por completo?
- Eliminar el estrés por completo no es posible ni deseable, ya que el estrés agudo es necesario para la vida. El objetivo es gestionar el estrés crónico y desarrollar resiliencia, aprendiendo a modular nuestra respuesta a los desafíos diarios para que no se conviertan en una carga para nuestra salud.
Conclusión: Escuchar a su cuerpo es el primer paso.
La sensación de despertarse cansado es más que una simple molestia; es un mensaje claro de nuestro cuerpo pidiendo atención. Como bien expone Marta Hernández, el estrés crónico es un factor determinante en nuestra salud celular, energética e inflamatoria. Adoptar un enfoque integral que priorice el descanso, la nutrición, el ejercicio y la gestión emocional es el camino para recuperar la vitalidad y construir una base sólida para un bienestar duradero. Aprender a escuchar estas señales y actuar en consecuencia es el primer y más importante paso hacia una vida más plena y saludable.
Aviso importante
La información contenida en este artículo tiene fines exclusivamente educativos y de divulgación y no pretende en modo alguno sustituir el consejo, diagnóstico o tratamiento médico profesional. Consulte siempre a su médico o a otro profesional sanitario cualificado si tiene alguna duda sobre una condición médica. Nunca ignore el consejo médico profesional ni se demore en buscarlo por algo que haya leído en este sitio web.
Fuentes y Referencias
- MedlinePlus. (s.f.). Estrés y su salud. Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU. Recuperado de https://medlineplus.gov/spanish/stress.html
- Mayo Clinic. (s.f.). Estrés crónico: ¿puede causar problemas de salud?. Mayo Foundation for Medical Education and Research. Recuperado de https://www.mayoclinic.org/es/healthy-lifestyle/stress-management/expert-answers/chronic-stress/faq-20058286
- MedlinePlus. (s.f.). Antioxidantes. Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU. Recuperado de https://medlineplus.gov/spanish/antioxidants.html
- Evergreen Life Products. (s.f.). Filosofía de la empresa y código ético. Recuperado de https://www.evergreenlife.it/es/filosofia-y-codigo-etico