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¿Qué es una anoscopia?
La anoscopia es un procedimiento médico que permite examinar el interior del ano y el recto bajo. Se realiza con un pequeño instrumento llamado anoscopio, un tubo corto con luz que se introduce suavemente para detectar inflamaciones, lesiones o anomalías.
También existe una variante llamada anoscopia de alta resolución, que utiliza un colposcopio para observar más detalladamente el tejido anal. Esta técnica ayuda a identificar con precisión lesiones precancerosas o cambios celulares que podrían pasar desapercibidos.
¿Para qué sirve esta prueba?
La anoscopia es útil para diagnosticar:
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Hemorroides internas o externas.
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Fisuras anales (desgarros en la piel del ano).
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Pólipos o crecimientos anormales.
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Inflamaciones o irritaciones locales.
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Cáncer anal o lesiones precancerosas (especialmente en personas con factores de riesgo como VIH).
Es un procedimiento rápido y de bajo riesgo, que ofrece información clave para el diagnóstico precoz de afecciones anorrectales.
¿Cuándo se recomienda?
Se suele realizar cuando una persona presenta síntomas como:
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Sangrado al evacuar.
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Dolor o ardor anal.
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Bultos o sensación de presión en el ano.
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Picor anal persistente.
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Secreción o cambios en el control intestinal.
También puede utilizarse como prueba de control preventiva en personas con antecedentes médicos específicos, como VIH, especialmente a partir de los 35 o 45 años, según cada caso.
¿Cómo se realiza?
El procedimiento se lleva a cabo en pocos minutos, generalmente en un consultorio:
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El paciente se coloca en posición lateral o inclinado.
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Se hace un examen rectal digital previo.
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Se introduce suavemente el anoscopio lubricado.
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Si es necesario, se recoge una muestra de tejido (biopsia).
En la anoscopia de alta resolución, se aplica ácido acético con un hisopo, se espera unos minutos y luego se observa con un colposcopio. Esto permite visualizar mejor las áreas afectadas.
¿Qué molestias puede provocar?
Es una prueba bien tolerada. Puede causar una leve incomodidad o presión. Si se toma una biopsia, es posible sentir un pequeño pinchazo o presentar un ligero sangrado temporal.
Tu profesional de salud puede recomendar baños de asiento tibios, uso de analgésicos suaves o evitar ciertas actividades durante unos días si hubo manipulación del tejido.
¿Qué significan los resultados?
Los hallazgos más comunes pueden incluir:
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Presencia de hemorroides.
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Fisuras o laceraciones.
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Inflamación.
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Pólipos.
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Cambios celulares sospechosos (a confirmar con biopsia).
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Lesiones compatibles con infección o cáncer.
Los resultados guiarán al médico sobre si es necesario realizar estudios adicionales o iniciar un tratamiento.
Prevenir es curar
Detectar a tiempo cualquier anomalía anal permite actuar con rapidez y evitar complicaciones. Por eso, ante síntomas persistentes o sangrado, no hay que normalizar ni ignorar.
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