La anemia megaloblástica es una forma de anemia causada por la deficiencia de vitamina B12 o ácido fólico. Esta carencia afecta la formación de glóbulos rojos, que se vuelven grandes, anormales y menos funcionales (megaloblastos).
Causas más comunes.
- Dieta insuficiente en vitamina B12 (veganismo, malnutrición).
- Deficiencia de ácido fólico por mala alimentación o alcoholismo.
- Gastritis atrófica o resección gástrica.
- Anemia perniciosa: trastorno autoinmune que impide absorber B12.
- Enfermedad celíaca o de Crohn (mala absorción intestinal).
- Uso prolongado de ciertos fármacos (metformina, omeprazol).
Síntomas típicos.
- Fatiga severa y debilidad muscular.
- Piel pálida o ligeramente amarillenta.
- Inflamación de la lengua (glositis) y llagas en la boca.
- Pérdida de apetito y pérdida de peso.
- Entumecimiento u hormigueo en manos y pies (por afectación neurológica).
- Confusión mental, irritabilidad, problemas de memoria.
Diagnóstico médico.
- Hemograma completo (MCV elevado).
- Niveles séricos de vitamina B12 y folato.
- Anticuerpos contra factor intrínseco (si se sospecha anemia perniciosa).
- Estudios de función gástrica e intestinal.
Tratamiento recomendado.
- Suplementación con vitamina B12 oral o intramuscular.
- Ácido fólico oral en dosis diarias si hay déficit comprobado.
- Corrección de la dieta con alimentos ricos en B12 y folatos (hígado, huevos, vegetales verdes, cereales enriquecidos).
- Evitar el alcohol y fármacos que interfieran con la absorción.
¿Se puede prevenir?
- En personas con dietas veganas estrictas, suplementar B12 regularmente.
- Control médico si se toman medicamentos que interfieren con su absorción.
- Evaluar deficiencias antes y durante el embarazo.
Prevenir es curar.
- No ignores síntomas neurológicos como hormigueo o debilidad.
- Consulta ante cambios de humor, memoria o fatiga persistente.
- Una detección temprana evita daños permanentes.