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Efectos del estrés en la salud de las personas mayores

Cómo el estrés destruye tu energía y qué hacer para recuperarla de forma natural.

Revisado el: 27/08/2025

Sentirse perpetuamente agotado es una de las quejas más comunes en la consulta médica moderna, y a menudo, el culpable silencioso es el estrés crónico. Este estado de alerta constante no solo afecta nuestro estado de ánimo, sino que consume sistemáticamente nuestras reservas de energía, dejándonos en un estado de fatiga persistente. Comprender cómo el estrés sabotea nuestra vitalidad es el primer paso para reclamar nuestro bienestar y recuperar la energía de una forma sostenible y natural.

Puntos Clave del Artículo

  • El estrés crónico mantiene al cuerpo en un estado de "lucha o huida", agotando los recursos energéticos a través de la sobreproducción de cortisol.
  • Este desequilibrio hormonal interfiere con el sueño, el metabolismo y la función inmunológica, causando una fatiga profunda y duradera.
  • La recuperación de la energía implica estrategias integrales como una nutrición adecuada, la gestión del sueño y la actividad física moderada.
  • Los suplementos con vitaminas del complejo B y antioxidantes pueden ofrecer un soporte adicional para el metabolismo energético y la protección celular.
Diez estrategias para reducir el cansancio y recuperar energía ...

¿Cómo afecta el estrés crónico a los niveles de energía?

El estrés crónico somete al cuerpo a un estado de alerta fisiológica prolongado. Originalmente, la respuesta al estrés, o "lucha o huida", es un mecanismo de supervivencia diseñado para situaciones de peligro inminente. Implica la liberación de hormonas como el cortisol y la adrenalina, que movilizan la energía rápidamente para hacer frente a la amenaza. Sin embargo, cuando las fuentes de estrés (trabajo, preocupaciones financieras, problemas personales) son constantes, este sistema nunca se desactiva.

Esta activación perpetua tiene un coste energético enorme. El cuerpo desvía recursos de funciones "no esenciales" como la digestión, la reparación celular y la inmunidad para mantener el estado de alerta. Como resultado, las glándulas suprarrenales, responsables de producir cortisol, pueden llegar a agotarse. Este fenómeno, conocido coloquialmente como fatiga adrenal, conduce a una sensación de agotamiento profundo, ya que el cuerpo lucha por regular sus niveles de energía, azúcar en sangre y respuesta inflamatoria. Según la Mayo Clinic, el estrés crónico puede perturbar casi todos los procesos del cuerpo, siendo la fatiga uno de los síntomas más evidentes.

¿Qué hormonas se ven afectadas por el estrés y cómo influyen en el cansancio?

El principal protagonista hormonal del estrés es el cortisol. En dosis adecuadas, regula el sueño, reduce la inflamación y gestiona cómo el cuerpo utiliza los carbohidratos, grasas y proteínas. Sin embargo, bajo estrés crónico, los niveles elevados y sostenidos de cortisol provocan estragos:

  • Desregulación del azúcar en sangre: El cortisol aumenta el azúcar en sangre para proporcionar energía rápida. La exposición continua puede llevar a picos y caídas bruscas, causando fatiga, irritabilidad y antojos de alimentos poco saludables.
  • Interferencia con el sueño: Normalmente, los niveles de cortisol son bajos por la noche para permitir la producción de melatonina, la hormona del sueño. El estrés crónico puede mantener el cortisol alto, dificultando conciliar el sueño y reduciendo su calidad reparadora.
  • Impacto en la tiroides: El exceso de cortisol puede suprimir la función tiroidea, ralentizando el metabolismo y provocando una sensación generalizada de lentitud y cansancio.
  • Agotamiento de neurotransmisores: El estrés también puede agotar neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, que no solo regulan el estado de ánimo, sino que también juegan un papel crucial en la motivación y los niveles de energía percibidos.

¿Qué síntomas físicos indican que el estrés está agotando mi energía?

El agotamiento por estrés no es solo una sensación de cansancio. Se manifiesta a través de una constelación de síntomas físicos que indican que el cuerpo está sobrecargado. Prestar atención a estas señales es fundamental para intervenir a tiempo. Según fuentes como MedlinePlus, algunos de los indicadores más comunes incluyen:

  • Fatiga persistente: Un cansancio que no mejora significativamente, ni siquiera después de dormir o descansar.
  • Dolores de cabeza tensionales: Frecuentes dolores de cabeza, a menudo descritos como una banda apretada alrededor de la cabeza.
  • Tensión muscular: Dolor crónico en el cuello, hombros y espalda debido a la contracción muscular constante.
  • Problemas digestivos: El estrés altera la función gastrointestinal, pudiendo causar indigestión, calambres, diarrea o estreñimiento.
  • Sistema inmunitario debilitado: Resfriados y otras infecciones más frecuentes de lo normal, ya que el cortisol suprime la respuesta inmunológica.
  • Cambios en el apetito y el peso: Aumento o disminución del apetito, que puede llevar a una pérdida o ganancia de peso involuntaria.
  • Dificultad para concentrarse: La llamada "niebla mental", donde el pensamiento claro y la toma de decisiones se vuelven difíciles.
5 pasos para recuperar la energía - Mejor con Salud

Hábitos para Recuperar tu Energía de Forma Natural.

Combatir el agotamiento inducido por el estrés requiere un enfoque multifacético que aborde tanto la mente como el cuerpo. La clave es adoptar hábitos sostenibles que ayuden a regular la respuesta al estrés y a reponer las reservas de energía.

  • Nutrición antiinflamatoria y energética: Prioriza una dieta rica en alimentos integrales, frutas, verduras, proteínas magras y grasas saludables. Alimentos ricos en magnesio (verduras de hoja verde, frutos secos) y vitaminas del complejo B (legumbres, cereales integrales) son cruciales para el metabolismo energético.
  • Higiene del sueño rigurosa: Establece un horario regular para acostarte y levantarte. Crea un ambiente oscuro, silencioso y fresco. Evita las pantallas (móviles, tabletas) al menos una hora antes de dormir para no interferir con la producción de melatonina.
  • Actividad física moderada y regular: El ejercicio es un potente reductor del estrés. Actividades como caminar a paso ligero, nadar o montar en bicicleta, realizadas de forma constante, mejoran el estado de ánimo, la calidad del sueño y los niveles de energía.
  • Técnicas de relajación consciente: Dedica unos minutos al día a prácticas como la respiración diafragmática o la meditación mindfulness. Estas técnicas ayudan a activar el sistema nervioso parasimpático, la respuesta de "descanso y digestión" del cuerpo.
  • Soporte nutricional específico: Una dieta equilibrada es fundamental, pero en periodos de alto estrés, el cuerpo puede necesitar un apoyo extra. Un suplemento dietético como OLife® GOLDEN DAY está formulado para estos momentos. Combina 34 nutrientes concentrados, incluyendo un espectro completo de vitaminas del complejo B (B1, B2, B6, B12, niacina, ácido pantoténico) que son esenciales para convertir los alimentos en energía. Además, su fórmula incluye las propiedades antioxidantes de la infusión de hojas de olivo y caléndula, que ayudan a combatir el estrés oxidativo generado por el cortisol elevado, apoyando al cuerpo para comenzar el día con mayor bienestar y vitalidad.

Preguntas Frecuentes Adicionales.

¿Cuánto tiempo se tarda en recuperar la energía perdida por el estrés?
No hay un plazo fijo, ya que depende de la cronicidad del estrés y de la consistencia con la que se apliquen los nuevos hábitos. Algunas personas notan mejoras en pocas semanas, mientras que otras pueden necesitar varios meses. La clave es la paciencia y la constancia en la implementación de cambios en el estilo de vida.
¿La cafeína ayuda o empeora el agotamiento por estrés?
A corto plazo, la cafeína puede proporcionar una sensación temporal de alerta al bloquear los receptores de adenosina en el cerebro. Sin embargo, su consumo excesivo, especialmente en personas con estrés crónico, puede sobreestimular las glándulas suprarrenales, alterar el sueño y provocar un "crash" energético posterior, empeorando el ciclo de fatiga.

Recuperar tu vitalidad es posible.

El estrés es una parte inevitable de la vida, pero el agotamiento crónico no tiene por qué serlo. Al entender la conexión bioquímica entre el estrés y la energía, y al adoptar estrategias deliberadas para gestionar sus efectos, puedes romper el ciclo de la fatiga. La recuperación no es un evento único, sino un proceso continuo de autocuidado que combina nutrición, descanso, movimiento y un apoyo específico cuando es necesario. Al tomar el control de estos factores, estarás reconstruyendo activamente tu resiliencia y devolviéndole a tu cuerpo la vitalidad que se merece.

Aviso importante.

La información contenida en este artículo es solo para fines educativos e informativos y no pretende ser un sustituto del consejo médico profesional, diagnóstico o tratamiento. Siempre busque el consejo de su médico u otro proveedor de salud calificado con cualquier pregunta que pueda tener sobre una condición médica. Nunca ignore el consejo médico profesional ni se demore en buscarlo por algo que haya leído en este sitio web.

Fuentes y Referencias.

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