Revisado el: 10 de agosto de 2025
A diferencia de la hipertensión esencial o primaria, que es la más común y no tiene una causa única identificable, la hipertensión arterial secundaria es una elevación de la presión arterial provocada por una condición médica subyacente. Identificar y tratar esta causa raíz es fundamental, ya que a menudo puede llevar a un control significativo o incluso a la normalización de la presión arterial.
Puntos Clave del Artículo
- La hipertensión secundaria siempre es consecuencia de otra enfermedad o condición médica específica.
- Sus causas más frecuentes incluyen problemas renales, trastornos hormonales y la apnea del sueño.
- El diagnóstico implica una investigación médica para encontrar la causa subyacente, más allá de solo medir la presión arterial.
- El tratamiento se enfoca en resolver la condición original, lo que a menudo permite un mejor control de la presión arterial.
¿Qué es la hipertensión arterial secundaria y en qué se diferencia de la primaria?
La hipertensión arterial secundaria es un tipo de presión arterial alta causada directamente por un problema de salud identificable. Representa aproximadamente entre el 5% y el 10% de todos los casos de hipertensión. La principal diferencia con la hipertensión primaria (o esencial) es precisamente la existencia de esa causa raíz.
Mientras que la hipertensión primaria, que afecta a más del 90% de las personas hipertensas, se desarrolla gradualmente a lo largo de los años debido a una combinación de factores genéticos, estilo de vida y envejecimiento, la hipertensión secundaria puede aparecer de forma más abrupta y alcanzar niveles más elevados. La sospecha de una causa secundaria aumenta si la hipertensión aparece en personas jóvenes (menores de 30 años), si es de inicio súbito en mayores de 55, o si no responde al tratamiento farmacológico habitual (hipertensión resistente).
Cuáles son las principales causas de la hipertensión secundaria.
Las causas de la hipertensión secundaria son variadas, pero la mayoría se agrupan en unas pocas categorías principales. Identificar cuál de ellas está presente es el objetivo del proceso diagnóstico. Las más comunes incluyen:
- Enfermedades Renales: Es la causa más frecuente. Incluye la hipertensión renovascular, que es el estrechamiento de las arterias que irrigan los riñones, y las enfermedades del tejido renal (parenquimatosas), como la enfermedad renal crónica.
- Apnea Obstructiva del Sueño: Trastorno en el que la respiración se interrumpe repetidamente durante el sueño, lo que provoca picos de presión arterial y sobrecarga el sistema cardiovascular.
- Trastornos Endocrinos (Hormonales):
- Aldosteronismo primario: Las glándulas suprarrenales producen demasiada hormona aldosterona, que hace que el cuerpo retenga sodio y agua, aumentando la presión.
- Feocromocitoma: Un tumor raro, generalmente en las glándulas suprarrenales, que produce un exceso de catecolaminas (adrenalina, noradrenalina), causando picos de presión muy elevados.
- Síndrome de Cushing: Niveles elevados de la hormona cortisol, ya sea por un tumor o por el uso prolongado de medicamentos corticoesteroides.
- Problemas de tiroides: Tanto el hipertiroidismo (tiroides hiperactiva) como el hipotiroidismo (tiroides hipoactiva) pueden afectar la presión arterial.
- Coartación de la Aorta: Un estrechamiento congénito (de nacimiento) de la aorta, la arteria principal del cuerpo. Esto obliga al corazón a bombear con más fuerza para que la sangre fluya a través de ella.
- Medicamentos y Sustancias: Ciertos fármacos y sustancias pueden elevar la presión arterial, como algunos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), descongestionantes, píldoras anticonceptivas, antidepresivos y sustancias como la cocaína y las anfetaminas.
Qué síntomas y signos pueden indicar una hipertensión secundaria.
A menudo, la hipertensión secundaria, al igual que la primaria, es asintomática y se descubre en una revisión de rutina. Sin embargo, existen ciertas "banderas rojas" o signos que pueden hacer sospechar al médico de una causa subyacente:
- Hipertensión resistente: La presión arterial se mantiene alta a pesar de tomar tres o más medicamentos antihipertensivos, uno de los cuales es un diurético.
- Presión arterial muy elevada de forma súbita.
- Inicio antes de los 30 años o después de los 55 sin antecedentes familiares ni factores de riesgo claros.
- Ausencia de obesidad u otros factores de riesgo comunes.
- Síntomas específicos de la enfermedad de base: Por ejemplo, ronquidos fuertes y somnolencia diurna (apnea del sueño), palpitaciones, sudoración y dolores de cabeza (feocromocitoma), o debilidad muscular y calambres (aldosteronismo).
Cómo se diagnostica y se trata esta condición.
El diagnóstico comienza con una historia clínica detallada y una exploración física. Si el médico sospecha de una causa secundaria, solicitará pruebas específicas para confirmarla. Estas pueden incluir:
- Análisis de sangre y orina: Para medir los niveles de potasio, sodio, creatinina (función renal) y hormonas como la aldosterona, el cortisol y las catecolaminas.
- Pruebas de imagen: Una ecografía Doppler de las arterias renales, una tomografía computarizada (TC) o una resonancia magnética (RM) pueden visualizar los riñones, las glándulas suprarrenales y la aorta.
- Estudio del sueño (polisomnografía): Para diagnosticar o descartar la apnea del sueño.
El tratamiento de la hipertensión secundaria tiene un doble enfoque. Por un lado, se trata la causa subyacente: puede ser una intervención para abrir una arteria renal estrechada (angioplastia), la extirpación quirúrgica de un tumor, el uso de un dispositivo CPAP para la apnea del sueño o el ajuste de la medicación que causa el problema. Por otro lado, se utilizan fármacos antihipertensivos para controlar la presión arterial mientras se resuelve la causa principal, protegiendo así órganos vitales como el corazón, el cerebro y los riñones.
Hábitos para complementar el tratamiento y cuidar su salud cardiovascular.
Independientemente de la causa, adoptar un estilo de vida saludable es un pilar fundamental para el manejo de cualquier tipo de hipertensión y para la salud cardiovascular general. Estos hábitos son complementarios al tratamiento médico específico:
- Dieta saludable: Seguir una dieta rica en frutas, verduras, granos integrales y proteínas magras, como la dieta DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension).
- Reducción del sodio: Limitar la ingesta de sal es una de las medidas más efectivas para bajar la presión arterial.
- Actividad física regular: Realizar al menos 150 minutos de ejercicio moderado a la semana, como caminar a paso ligero, nadar o montar en bicicleta.
- Mantener un peso saludable: Perder incluso una pequeña cantidad de peso puede tener un impacto significativo en la presión arterial.
- Limitar el consumo de alcohol: El consumo excesivo de alcohol puede elevar la presión arterial.
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Preguntas Frecuentes Adicionales
¿La hipertensión secundaria se puede curar?
En muchos casos, sí. Si la causa subyacente puede ser completamente eliminada o corregida —como la extirpación de un tumor suprarrenal, la reparación de una coartación de aorta o la suspensión de un medicamento culpable—, la presión arterial puede volver a la normalidad de forma permanente, eliminando la necesidad de medicación antihipertensiva a largo plazo.
¿Qué es la hipertensión resistente y qué relación tiene con la secundaria?
La hipertensión resistente se define como la presión arterial que permanece por encima del objetivo a pesar del uso de tres o más fármacos antihipertensivos de diferentes clases, uno de los cuales debe ser un diurético. La presencia de hipertensión resistente es una de las principales señales de alerta que obliga a los médicos a investigar activamente la posibilidad de una hipertensión secundaria subyacente.
Un enfoque proactivo es clave.
La hipertensión arterial secundaria, aunque menos común, subraya la importancia de un diagnóstico médico exhaustivo ante una presión arterial elevada, especialmente si presenta características atípicas. Comprender que la hipertensión puede ser un síntoma de otro problema es el primer paso para un tratamiento dirigido y eficaz. Si le han diagnosticado hipertensión, sobre todo si es difícil de controlar o apareció a una edad inusual, consulte con su médico sobre la posibilidad de investigar una causa secundaria. Un diagnóstico correcto puede cambiar por completo el pronóstico y la calidad de vida.
Aviso importante
LiveFullyWell proporciona información con fines educativos y de divulgación. Este contenido no sustituye el diagnóstico, la recomendación ni el tratamiento médico profesional. Ante cualquier duda sobre su salud, consulte siempre a su médico o a otro profesional sanitario cualificado. No ignore ni retrase la búsqueda de consejo médico por algo que haya leído en este sitio web.