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Lo que se debe saber del infarto agudo de miocardio - La Misericordia

Infarto agudo de miocardio

Revisado el: 29/08/2025

El infarto agudo de miocardio, comúnmente conocido como ataque al corazón, es una emergencia médica que ocurre cuando el flujo de sangre que irriga una parte del músculo cardíaco se bloquea de forma súbita. Esta interrupción priva al tejido cardíaco de oxígeno y nutrientes, causando daño o la muerte de esa porción del corazón. Comprender sus síntomas, causas y, sobre todo, cómo actuar y prevenirlo, es fundamental para proteger nuestra salud cardiovascular y la de nuestros seres queridos.

Puntos Clave del Artículo

  • Un infarto de miocardio es una emergencia médica causada por la obstrucción de una arteria coronaria.
  • Los síntomas más comunes incluyen dolor en el pecho, dificultad para respirar y molestias en otras áreas del cuerpo como brazos, espalda o mandíbula.
  • Actuar con rapidez llamando a los servicios de emergencia (112 en España) es crucial para minimizar el daño al corazón.
  • La mayoría de los infartos están relacionados con la aterosclerosis y factores de riesgo modificables como la dieta, el sedentarismo y el tabaquismo.
Ataque cardíaco: MedlinePlus enciclopedia médica

¿Qué es exactamente un infarto agudo de miocardio?

Un infarto agudo de miocardio (IAM) se produce cuando una de las arterias coronarias, los vasos sanguíneos que suministran sangre oxigenada al músculo del corazón (miocardio), se obstruye de manera repentina. La causa más frecuente de esta obstrucción es la formación de un coágulo de sangre sobre una placa de colesterol y otras sustancias, un proceso conocido como aterosclerosis.

Cuando el flujo sanguíneo se detiene, las células del músculo cardíaco no reciben el oxígeno que necesitan para funcionar y comienzan a morir. La extensión del daño depende del tamaño de la arteria bloqueada y del tiempo que transcurre hasta que se restablece la circulación. Por eso, cada minuto cuenta desde el inicio de los síntomas.

¿Cuáles son los síntomas de un infarto que no debo ignorar?

Aunque el dolor opresivo en el centro del pecho es el síntoma más reconocido, no siempre está presente o puede manifestarse de formas diferentes. Es vital conocer toda la gama de posibles señales de alerta:

  • Dolor o molestia en el pecho. Se describe a menudo como una sensación de presión, opresión, pesadez o dolor quemante que puede durar varios minutos o ser intermitente.
  • Molestia en otras áreas del cuerpo. El dolor puede irradiarse hacia uno o ambos brazos (más comúnmente el izquierdo), la espalda, el cuello, la mandíbula o el estómago.
  • Dificultad para respirar (disnea). Puede ocurrir con o sin dolor en el pecho.
  • Sudoración fría. Un sudor profuso y frío sin una causa aparente.
  • Náuseas o vómitos. A veces se confunden con problemas digestivos.
  • Mareos, aturdimiento o desmayo. Sensación de debilidad extrema o pérdida de conciencia.

Es importante destacar que las mujeres, las personas mayores y los pacientes con diabetes pueden experimentar síntomas atípicos, como fatiga inusual, indigestión o un dolor agudo en la espalda, con mayor frecuencia que el clásico dolor de pecho.

¿Qué causa un infarto y cuáles son los principales factores de riesgo?

La causa subyacente de la mayoría de los infartos es la enfermedad de las arterias coronarias, impulsada por la aterosclerosis. Existen diversos factores que aumentan el riesgo de desarrollar esta condición y, por ende, de sufrir un infarto. Se dividen en dos categorías:

Factores de riesgo no modificables:

  • Edad: El riesgo aumenta con la edad, especialmente en hombres mayores de 45 años y mujeres mayores de 55 (o tras la menopausia).
  • Sexo: Los hombres tienen un riesgo generalmente mayor, aunque el riesgo en mujeres se iguala después de la menopausia.
  • Antecedentes familiares: Tener un familiar de primer grado (padre, hermano) que haya sufrido un infarto a una edad temprana aumenta el riesgo.

Factores de riesgo modificables (que puedes controlar):

  • Tabaquismo: Es uno de los factores de riesgo más significativos. Daña los vasos sanguíneos y acelera la aterosclerosis.
  • Hipertensión arterial: Una presión arterial elevada obliga al corazón a trabajar más y puede dañar las arterias.
  • Colesterol alto: Niveles elevados de colesterol LDL ("malo") contribuyen a la formación de placas en las arterias.
  • Diabetes: Aumenta drásticamente el riesgo de enfermedad cardíaca.
  • Obesidad y sobrepeso: Se asocian con hipertensión, colesterol alto y diabetes.
  • Sedentarismo: La falta de actividad física regular debilita el sistema cardiovascular.
  • Dieta poco saludable: Una dieta rica en grasas saturadas, grasas trans, sodio y azúcar.
  • Estrés crónico: Puede contribuir a la hipertensión y a otros comportamientos de riesgo.
Llamar al 112 #Soyvisual

¿Qué hacer ante una sospecha de infarto?

Actuar de forma inmediata es la clave para salvar vidas y reducir las secuelas. Si tú o alguien a tu alrededor experimenta síntomas que sugieren un infarto, sigue estos pasos sin dudar:

  1. Llama inmediatamente a los servicios de emergencia. En España, el número es el 112. No intentes conducir al hospital por tus propios medios. La ambulancia está equipada para iniciar el tratamiento de camino y llegar más rápido.
  2. Detén cualquier actividad física. Siéntate o recuéstate en una posición cómoda, preferiblemente con la cabeza y los hombros ligeramente elevados, y afloja cualquier prenda ajustada.
  3. Toma ácido acetilsalicílico (aspirina) si te lo indican. Si el operador de emergencias lo recomienda y no eres alérgico, masticar una aspirina de dosis baja puede ayudar a disolver el coágulo.
  4. Mantén la calma. Intenta respirar lenta y profundamente mientras esperas la ayuda médica.

Hábitos saludables para un corazón fuerte y resiliente.

La prevención es la herramienta más poderosa contra el infarto de miocardio. Adoptar un estilo de vida saludable reduce significativamente los factores de riesgo. Considera integrar estos hábitos en tu día a día:

  • Sigue una dieta cardiosaludable: Prioriza frutas, verduras, legumbres, granos integrales, pescado y grasas saludables como las del aceite de oliva virgen extra. Limita el consumo de alimentos procesados, azúcares añadidos, sal y grasas saturadas.
  • Realiza actividad física regular: La OMS recomienda al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada a la semana.
  • No fumes: Si fumas, buscar ayuda para dejarlo es la mejor decisión que puedes tomar por tu corazón.
  • Controla tu peso: Mantener un índice de masa corporal (IMC) en un rango saludable.
  • Vigila tu presión arterial y colesterol: Realiza chequeos médicos periódicos y sigue el tratamiento si es necesario.
  • Gestiona el estrés: Busca técnicas de relajación que funcionen para ti, como la meditación, el mindfulness o pasar tiempo en la naturaleza.

En el marco de un estilo de vida saludable, algunos compuestos naturales presentes en la dieta mediterránea han demostrado ser de gran interés para la salud cardiovascular. Las hojas de olivo, por ejemplo, son una fuente concentrada de polifenoles como la Oleuropeína, el Ácido Elenólico, el Tirosol y el Hidroxitirosol. Para quienes buscan un apoyo concentrado, suplementos como OLife®, que contiene OLIVUM® (un extracto acuoso de hojas de olivo), junto con caléndula, pueden ser un complemento valioso. Sus ingredientes activos se han estudiado por su papel en el apoyo a la función cardiovascular, ayudando en el manejo de condiciones como la hipertensión arterial, la aterosclerosis y la dislipidemia, todos ellos factores clave en la prevención del infarto agudo de miocardio.

Preguntas Frecuentes Adicionales.

¿Cuál es la diferencia entre un infarto y un paro cardíaco?

Es una confusión común. Un infarto es un problema de "circulación": una arteria se bloquea y una parte del corazón no recibe sangre. La persona suele estar consciente. Un paro cardíaco es un problema "eléctrico": el corazón deja de latir de forma efectiva por un fallo en su sistema eléctrico, y la persona pierde la conciencia y deja de respirar. Un infarto grave puede provocar un paro cardíaco, pero no son lo mismo.

¿Se puede llevar una vida normal después de un infarto?

Sí, absolutamente. Tras un infarto, la mayoría de las personas pueden volver a una vida activa y plena. La clave está en seguir estrictamente las indicaciones médicas, tomar la medicación pautada y, fundamentalmente, adoptar los cambios de estilo de vida mencionados. Los programas de rehabilitación cardíaca son muy recomendables, ya que ofrecen un plan supervisado de ejercicio, educación y apoyo emocional para una recuperación óptima.

La prevención es tu mejor estrategia.

El infarto agudo de miocardio es un evento grave, pero no inevitable. Conocer los síntomas y cómo actuar puede salvar una vida, pero la verdadera victoria se encuentra en la prevención. Al controlar los factores de riesgo modificables a través de un estilo de vida consciente y saludable, y con el seguimiento médico adecuado, estás invirtiendo activamente en un futuro con un corazón más fuerte y sano.

Aviso importante

La información contenida en este artículo tiene un propósito meramente informativo y no sustituye en ningún caso el consejo, diagnóstico o tratamiento de un profesional médico cualificado. Ante cualquier duda sobre su salud, consulte siempre a su médico o a otro profesional sanitario. No ignore ni retrase la búsqueda de consejo médico por algo que haya leído aquí.

Fuentes y Referencias.

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