Revisado el: 29/08/2025
La osteoartritis, a menudo denominada artrosis o enfermedad degenerativa de las articulaciones, es la forma más común de artritis y afecta a millones de personas en todo el mundo. Se caracteriza por el desgaste progresivo del cartílago protector en los extremos de los huesos, lo que provoca dolor, rigidez y una disminución de la movilidad. Comprender sus causas, síntomas y opciones de manejo es el primer paso para controlar la condición y mantener una buena calidad de vida.
Puntos Clave del Artículo
- La osteoartritis es una enfermedad degenerativa que afecta principalmente al cartílago de las articulaciones.
- Los síntomas más comunes incluyen dolor, rigidez, pérdida de flexibilidad y una sensación de chirrido en la articulación afectada.
- El diagnóstico se basa en el examen físico, la historia clínica y pruebas de imagen como las radiografías.
- El tratamiento se enfoca en aliviar el dolor y mejorar la función articular a través de cambios en el estilo de vida, terapia física, medicamentos y, en casos avanzados, cirugía.
¿Qué es la osteoartritis y cuáles son sus causas?
La osteoartritis es una patología crónica que ocurre cuando el cartílago, el tejido flexible y resbaladizo que amortigua los extremos de los huesos en las articulaciones, se desgasta con el tiempo. Este deterioro puede hacer que los huesos rocen entre sí, causando dolor, inflamación y la formación de espolones óseos.
Aunque a menudo se asocia con el envejecimiento, múltiples factores pueden contribuir a su desarrollo. Las causas y factores de riesgo principales incluyen:
- Edad avanzada: El riesgo de desarrollar osteoartritis aumenta significativamente con la edad.
- Sexo: Las mujeres son más propensas a desarrollar la enfermedad, especialmente después de los 50 años.
- Obesidad: El exceso de peso añade una tensión significativa a las articulaciones de carga, como las rodillas y las caderas, acelerando el desgaste del cartílago.
- Lesiones articulares: Lesiones previas, como las sufridas practicando deportes o en accidentes, pueden aumentar el riesgo de osteoartritis en esa articulación.
- Genética: Algunas personas tienen una predisposición hereditaria a desarrollar la enfermedad.
- Ciertas profesiones: Trabajos que implican movimientos repetitivos o tensión en una articulación particular pueden aumentar el riesgo.
¿Cuáles son los síntomas principales de la osteoartritis?
Los síntomas de la osteoartritis suelen desarrollarse lentamente y empeoran con el tiempo. La manifestación y la intensidad pueden variar mucho entre individuos, pero los signos más comunes son:
- Dolor: La articulación afectada puede doler durante o después del movimiento.
- Rigidez: La rigidez articular es más notoria al despertar por la mañana o después de un período de inactividad.
- Sensibilidad: La articulación puede sentirse sensible al aplicar una ligera presión sobre o cerca de ella.
- Pérdida de flexibilidad: Es posible que no se pueda mover la articulación en todo su rango de movimiento.
- Sensación de chirrido: Puede sentirse una sensación de raspado o escuchar un crujido (crepitación) al usar la articulación.
- Espolones óseos: Se pueden formar bultos duros, llamados osteofitos o espolones óseos, alrededor de la articulación afectada.
¿Cómo se diagnostica la osteoartritis?
El diagnóstico de la osteoartritis comienza con una evaluación médica completa. El profesional de la salud preguntará sobre los síntomas, el historial médico y realizará un examen físico para revisar las articulaciones afectadas en busca de sensibilidad, hinchazón o rango de movimiento limitado.
Para confirmar el diagnóstico y descartar otras afecciones, se pueden solicitar varias pruebas:
- Radiografías: Aunque el cartílago no es visible en las radiografías, la pérdida del mismo se evidencia por un estrechamiento del espacio entre los huesos de la articulación. Las radiografías también pueden mostrar espolones óseos.
- Imágenes por resonancia magnética (IRM): Una IRM utiliza ondas de radio y un campo magnético potente para producir imágenes detalladas de los huesos y los tejidos blandos, incluido el cartílago. No se usa de forma rutinaria para el diagnóstico inicial, pero puede ser útil en casos complejos.
- Análisis de sangre: No existen análisis de sangre específicos para la osteoartritis, pero pueden solicitarse para descartar otras causas de dolor articular, como la artritis reumatoide.
¿Cuáles son los tratamientos disponibles para la osteoartritis?
Si bien no existe una cura para la osteoartritis, los tratamientos se centran en manejar los síntomas y mejorar la función articular. El plan de tratamiento es personalizado y puede incluir una combinación de las siguientes estrategias:
- Medicamentos: Se pueden recetar analgésicos como el paracetamol, antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) como el ibuprofeno, o cremas y geles tópicos para aliviar el dolor.
- Terapia: La fisioterapia puede fortalecer los músculos alrededor de la articulación, aumentar la flexibilidad y reducir el dolor. La terapia ocupacional enseña formas de realizar las tareas diarias sin ejercer presión adicional sobre las articulaciones.
- Inyecciones: Las inyecciones de corticosteroides pueden aliviar el dolor articular, mientras que las inyecciones de ácido hialurónico pueden proporcionar amortiguación.
- Cirugía: Si los tratamientos conservadores no son efectivos, se pueden considerar opciones quirúrgicas como el reemplazo de la articulación (artroplastia).
Además de los tratamientos convencionales, algunos enfoques se centran en el apoyo nutricional con compuestos bioactivos. Por ejemplo, complementos como OLife® integran ingredientes estudiados por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Este producto contiene OLIVUM®, un extracto acuoso de hojas de olivo rico en Oleuropeína, Ácido elenólico, Rutina, Tirosol e Hidroxitirosol, y extracto de inflorescencias de caléndula. Específicamente, la Rutina es un flavonoide que, según la evidencia científica, puede ser beneficioso en el manejo de la osteoartritis debido a sus efectos sobre la inflamación y la protección del cartílago. La fórmula también incluye caléndula, conocida tradicionalmente por sus efectos calmantes y reparadores.
Hábitos saludables para manejar la osteoartritis.
Adoptar un estilo de vida saludable es fundamental para controlar la osteoartritis y mejorar la calidad de vida. Estos consejos prácticos pueden marcar una gran diferencia:
- Mantener un peso saludable: Perder incluso una pequeña cantidad de peso puede reducir significativamente la presión sobre las articulaciones de carga y disminuir el dolor.
- Hacer ejercicio regularmente: Opte por actividades de bajo impacto como caminar, nadar o montar en bicicleta. El ejercicio fortalece los músculos, mejora la estabilidad articular y alivia la rigidez.
- Seguir una dieta equilibrada: Una dieta rica en frutas, verduras, pescado y grasas saludables puede ayudar a combatir la inflamación.
- Aplicar calor y frío: Las compresas calientes pueden ayudar a aliviar la rigidez muscular, mientras que las compresas frías pueden reducir la inflamación y el dolor agudo.
- Usar dispositivos de asistencia: Bastones, andadores o férulas pueden ayudar a reducir la tensión en las articulaciones afectadas y mejorar la movilidad y la seguridad.
Preguntas Frecuentes Adicionales.
¿La osteoartritis es lo mismo que la artritis reumatoide?
No, son dos condiciones diferentes. La osteoartritis es una enfermedad degenerativa causada por el desgaste del cartílago. En cambio, la artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunitario del cuerpo ataca por error el revestimiento de las articulaciones (la membrana sinovial), causando una inflamación generalizada.
¿El clima frío o húmedo puede empeorar el dolor de la osteoartritis?
Aunque el clima no causa osteoartritis, muchas personas con la enfermedad informan que sus síntomas empeoran con los cambios de tiempo, especialmente con el frío y la humedad. Se cree que los cambios en la presión barométrica pueden afectar la presión dentro de la articulación, causando una mayor percepción del dolor.
¿Crujir los nudillos causa osteoartritis en las manos?
Esta es una creencia popular, pero la investigación científica no ha encontrado una conexión directa entre el hábito de crujir los nudillos y el desarrollo de osteoartritis. El sonido del crujido se debe a la explosión de burbujas de gas en el líquido sinovial que lubrica las articulaciones.
Vivir plenamente a pesar de la osteoartritis.
La osteoartritis es una condición crónica, pero no tiene por qué definir su vida. Un diagnóstico temprano y un enfoque proactivo en el tratamiento y el manejo del estilo de vida son clave para controlar los síntomas, mantener la función articular y seguir disfrutando de sus actividades diarias. Colabore estrechamente con su equipo de atención médica para desarrollar un plan personalizado que le permita vivir de la manera más plena y activa posible.
Aviso importante.
La información contenida en este artículo tiene un propósito meramente informativo y no sustituye el consejo, diagnóstico o tratamiento de un profesional médico cualificado. LiveFullyWell no respalda ninguna prueba, médico, producto, procedimiento, opinión u otra información específica que pueda mencionarse. La confianza en cualquier información proporcionada es exclusivamente bajo su propio riesgo.